Enrique y López Silva encarrilan la segunda victoria del Cádiz con José González como entrenador frente al Jumilla – El partido se caracterizó por jugarse la segunda mitad prácticamente a oscuras
Guillermo Paredes/ Cádiz
La ilusión y la diversión volvieron a la afición cadista. Aunque lo segundo no fue precisamente por el resultado. La victoria conseguida frente al Jumilla, primera de José González en Carranza, gracias a los goles de Enrique y López Silva ha pasado a un segundo plano y es que el partido disputado esta tarde será recordado por jugarse toda la segunda parte prácticamente a oscuras por un fallo en el sistema eléctrico del estadio.
El partido contra el equipo murciano comenzó para los amarillos como el encuentro contra el Caravaca: con José González sentado en la grada a la espera de que Risto Vidakovic firme el finiquito. Sin embargo eso no fue un problema para que el Cádiz saliese con hambre de gol desde el primer minuto y obligando a los visitantes a retrasar sus líneas. El primer cuarto de hora fue un asedio constante del conjunto andaluz al área del Jumilla. Ya en el minuto 6 pudo adelantarse si Álvaro Silva hubiera resuelto mejor el centro que Carlos Caballero colocaba en el corazón del área.
El gol estaba por caer. Y cayó. Diego Reyes centraba desde la izquierda en el minuto 16 un balón que era cabeceado por Enrique y terminaba en el fondo de la red y subía el 1-0 al marcador.
El gol no impidió al Cádiz seguir dominando el partido. Sin embargo el Jumilla despertó y comenzó a jugar el balón, aunque sin crear ocasiones de peligro. Con el 1-0 se llegó al descanso aunque el equipo local tuvo la oportunidad en el último suspiro de la primera mitad de ampliar su ventaja gracias a una jugada de Pachón quien asistió desde la derecha a Cifuentes pero que este no tuvo acierto al cabecear a pesar de encontrarse solo frente al guardameta.
La reanudación trajo consigo el segundo gol del equipo cadista. López Silva aprovechó una asistencia de Carlos Caballero para internarse en el área y batir al portero rival. Esta fue la última jugada de peligro de un encuentro que fue perdiendo intensidad a la vez que se iba quedando a oscuras el campo. Durante más de media hora y ante el riesgo de que se llegase a suspender el partido más que animar al Cádiz la afición se dedicó a hacer bromas sobre la iluminación así como sacar los móviles para “solucionar” el problema.
El Cádiz consiguió los tres puntos que le colocan tercero en la clasificación y José González sigue convenciendo. La tarea principal que se propuso, formar una defensa sólida, la sigue cumpliendo ya que es el segundo partido que termina sin encajar el equipo un gol. Sin embargo quienes si tienen una larga lista de deberes pendientes son los de mantenimiento con un estadio que se queda a oscuras y sin marcadores.
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